Dotado de un talento exuberante, Achille Castiglioni (1918-2002) supo combinar capacidad de observación, ingenio y sentido común para transformar los objetos cotidianos en piezas bellas y funcionales cuya capacidad de fascinación permanece inalterada. Por encima de su ingente obra destacan sus maravillosas lámparas, como el modelo Arco que creó junto a su hermano Pier Giacomo, uno de los objetos más icónicos del diseño contemporáneo.
No se puede profundizar en la trayectoria profesional de Achille Castiglioni y en la trascendencia de su contribución si no se conoce su íntima vinculación con su ciudad natal, Milán, un polo que supo hacer del diseño una marca de identidad y en la que el maestro se benefició de una fortuita combinación de circunstancias que convirtieron el diseño italiano en el mejor del mundo.